Dulce espera
hace pocos días comenzó el otoño y este lunes de semana santa anuncia complicaciones inesperadas. todo ha sido difícil hoy. el plan era: terminar el dcp por la tarde, llevarlo al servidor del cine, dejarlo allí copiado y verificado, irnos a dormir tranquilos hasta la función de mañana. íbamos a ir a la sala como quien asiste a la première de su propia película. íbamos a verla terminada por primera vez.
a eso de las seis, viajo a bordo de un trolebús, me bajo en el centro, cruzo el río, camino hasta barrio cofico. llego a la casa donde viven julia, ezequiel y fermín, que sería lo mismo que decir: la directora, el colorista y su niño, en donde, por alguna razón, se encuentra la herramienta de trabajo que está llevando adelante el conformado del paquetito de cine digital.
al llegar, eze me habla de las demoras. pensamos juntos en los procesos que faltan, hacemos cálculos de tiempo aproximado. nos ponemos en contacto con la amable proyectorista de la sala, que tiene toda la intención de esperarnos.
van pasando las horas y quedan menos procesos por delante. la barrita azul del render avanza, indica porcentajes cumplidos. es hora de cenar y cenamos. yo supongo que terminaré durmiendo allí, juli me prepara el baño y me presta una muda de ropa. entonces me lavo el día del cuerpo, en esta casa que es la misma casa donde nació fermín y donde está naciendo la primera copia terminada de nosotras × ellas.
ya son las diez de la noche, ha comenzado a llover despacio. nuestra hacki emigrada de su isla natal sigue conformando archivos y videos, en ese mecanismo mágico que transforma millonadas de ceros y unos en imágenes de mujeres rubias que se parecen y sonidos de viento y otra cantidad de belleza. todo eso es importante y emotivo, por eso no nos detenemos a pensar en el cansancio acumulado de las últimas semanas, y en que la noche sigue avanzando, sin más novedades que una nueva barrita de render azul de otro proceso que acaba de iniciarse.
fermín duerme en la habitación. el eze hace guardia frente a los monitores.
con la julita, en la cocina, esperamos juntas. en silencio.